Sistema de Indicadores ASEP
La mayoría de los indicadores que tienen relación con el Gobierno o sus políticas ofrecen este mes valores más negativos que en el pasado mes de julio, lo que podría atribuirse a la reacción de la opinión pública ante diversos acontecimientos que se han producido durante el pasado verano, como el incremento inusual del número de inmigrantes, los incendios en Galicia, la entrada en vigor del nuevo estatuto para Cataluña, las subidas en el “euribor” que provocan de manera inmediata incrementos en el precio de las hipotecas, el incremento de la inseguridad ciudadana, y muchas otras cuestiones que están contribuyendo a crear alarma e inseguridad más o menos difusa o generalizada. De manera más concreta, disminuye un punto el Sentimiento del Consumidor y ocho puntos la Evaluación de la Situación Económica de España, de manera que ambos indicadores están cada vez más por debajo del nivel de equilibrio. También disminuye el Optimismo Personal, que se sitúa dos puntos por debajo del nivel de equilibrio, perdiendo tres puntos respecto a julio. La Satisfacción con el funcionamiento de la Democracia y con el Gobierno sufren también pérdidas de seis y diez puntos respectivamente, pero sigue en un nivel alto el relativo a la Satisfacción con la Democracia, mientras que el de Satisfacción con el Gobierno se aproxima cada vez más al nivel de equilibrio, hasta el punto de ser el segundo más bajo de los últimos doce meses y el segundo más bajo también desde que se formó el Gobierno del PSOE después de las elecciones de 2004. Se mantienen también en sus niveles habituales, con variaciones pequeñas, la alienación política (que aumenta tres puntos), el auto-posicionamiento ideológico (que se desplaza levemente hacia el centro), el sentimiento español-nacionalista (que se desplaza también hacia el polo de sentimiento español) y la Satisfacción con la pertenencia de España a la Unión Europea (que aumenta dos puntos). Y se observa por segundo mes consecutivo un significativo incremento en la Exposición a la Información, posiblemente por algunos temas de debate político, que impulsan a la población a buscar más información. En lo que respecta a la imagen de instituciones, el ranking de este mes es el siguiente: La Corona (6,0 en una escala de 0 a 10 puntos), las Fuerzas Armadas y las Naciones Unidas (5,5), los canales de televisión de las Comunidades Autónomas (5,3), TVE (5,2), el Gobierno de la Nación (4,8), los Bancos (4,7), y el nuevo Estatuto Catalán (3,7 puntos en una escala de 0 a 10 puntos). En cuanto al ranking de personajes públicos, José Bono recibe este mes la máxima valoración (5,2 en una escala de 0 a 10 puntos), seguido de Felipe González (5,0 puntos), que sigue superando a José Luis Rodríguez Zapatero (4,7), Jesús Caldera y Alfredo Pérez Rubalcaba (4,1), Gaspar Llamazares (3,8), Mariano Rajoy (3,7), y José Mª Aznar (3,4 puntos en una escala de 0 a 10). Este clima de cierto malestar relativo mayor con el Gobierno se manifiesta también en la estimación de voto, que este mes muestra una reducción de la diferencia entre el PSOE y el PP desde cuatro puntos porcentuales en julio hasta dos puntos porcentuales ahora en septiembre, de manera que si en julio el PSOE mantenía la misma diferencia de puntos porcentuales con el PP que en las elecciones generales de 2004, ahora la diferencia está dos puntos porcentuales por debajo de la diferencia realmente observada en dichas elecciones.
Actuaciones recientes del Gobierno
Utilizando una escala de cinco puntos, desde “totalmente en desacuerdo” a “muy de acuerdo”, se pidió a los entrevistados que indicaran su grado de acuerdo o desacuerdo con algunas actuaciones recientes del Gobierno de Zapatero. El máximo grado de acuerdo es el que se muestra respecto al “carné por puntos”, pero se observa una opinión muy controvertida con leve tendencia al acuerdo respecto a “la ley de memoria histórica y otras acciones para recordar la Guerra Civil”, y una opinión aún más controvertida, con una imperceptible tendencia al acuerdo o al desacuerdo en relación con “las negociaciones con ETA y Batasuna”, “el envío de tropas al Líbano”, “los incendios en Galicia”, “las OPA’s sobre ENDESA”, “la escasez de agua” y “el estatuto de Cataluña”. Puede decirse que, con excepción del amplio acuerdo respecto al “carné por puntos”, la sociedad española parece totalmente dividida en dos partes iguales respecto a cualquier otro tema de debate público.”
El posible apoyo electoral a un partido de centro
Aunque la eventualidad de que pudiera surgir un partido de centro es más bien remota, nada menos que un 17% de los entrevistados afirma que estaría dispuesto a votar (la mayoría dice que “probablemente”) a ese nuevo partido de centro, si bien un 42% contestan que no lo votarían (la mitad dicen que con toda seguridad y la otra mitad que probablemente no le votarían). Pero es importante subrayar que uno de cada tres entrevistados dice que “dependería”. Una vez más se observa una clara división del electorado en dos bloques prácticamente equivalentes, la mitad que piensa que no votaría a un nuevo partido de centro, y otra mitad que “podría” votarle en determinadas circunstancias.
Actitudes hacia la inmigración
Más de la mitad de los entrevistados opinan que los inmigrantes que proceden de países no pertenecientes a la Unión Europea no deberían tener derecho a votar en las próximas elecciones municipales de 2007. Y, de manera similar, más de la mitad también están en desacuerdo con que no se pueda expulsar a los inmigrantes clandestinos que no dicen de qué país vienen y por ello se les deje en libertad. Un 38% de los entrevistados opina que el Gobierno está tratando mal o muy mal el tema de la inmigración ilegal, frente a un 19% que opina que está tratándolo bien o muy bien y más de un tercio que cree que lo trata regular. Pero una de las cuestiones más interesantes es la percepción que los españoles tienen de cómo la inmigración les ha afectado en su vida cotidiana. Así, un 14% dicen haber tenido una buena relación afectiva con un inmigrante, un 13% ha sufrido demoras en ser atendido por la sanidad pública debido al gran número de inmigrantes en lista de espera, un 9% han sido víctimas de un delito cometido por un inmigrante, un 5% tienen a un inmigrante cuidando de de algún enfermo o mayor en su familia, un 4% tienen algún inmigrante en su servicio doméstico, un 3% no ha obtenido un puesto de trabajo o ha perdido el que tenía porque se lo dieron a un inmigrante, un 3% ha contratado a un inmigrante para su empresa o negocio, y un 2% no ha obtenido plaza en el colegio público para un hijo o hija por tener prioridad los inmigrantes. En cuanto a los inmigrantes ilegales, un 69% de los entrevistados aprueba totalmente o aprueba la repatriación de los inmigrantes clandestinos a sus países de origen, frente a un 12% que lo desaprueban. Y, finalmente, mientras que un 29% de los entrevistados cree que el Gobierno estimulará a los inmigrantes ilegales a que se vayan a otros países europeos o que los repatriará a sus países de origen, un 44% cree que les dejará en España sin regularizar, les regularizará tarde o temprano o incluso les concederá la nacionalidad española. Pero lo que los españoles desean que haga el Gobierno, es precisamente lo contrario de lo que creen que hará, puesto que un 61% desea que les repatríe o les estimule a irse, y solo un 20% desearía que les deje en España, les regularice o les conceda la nacionalidad española.