El cambio de tendencia observado en los datos del mes pasado parece confirmarse y acentuarse este mes. Así, se observa una importante mejora en los dos indicadores económicos principales, el Sentimiento del Consumidor, que mejora en 5 puntos, y la Evaluación de la Situación Económica nacional, que mejora en 8 puntos. A pesar de esta mejora, los dos indicadores continúan por debajo del nivel de equilibrio, indicando todavía un sentimiento algo mayoritario de insatisfacción y pesimismo. El Optimismo Personal también ha aumentado en 4 puntos este mes, y se sitúa exactamente en el nivel de equilibrio, si bien no ha superado dicho nivel durante los últimos ocho meses. La Satisfacción con el Funcionamiento de la Democracia se mantiene alta e incluso aumenta un poco mientras que la Satisfacción con el Gobierno aumenta en 8 puntos, superando por tanto la valoración obtenida desde el pasado mes de diciembre, aunque sigue significativamente por debajo de las valoraciones obtenidas en el primer año de gobierno socialista. Y la Exposición a la Información se mantiene por debajo del nivel de equilibrio, aunque mejora también levemente respecto al mes pasado. Así pues, en general puede afirmarse que las evaluaciones sobre la economía son todavía algo negativas, pero con clara tendencia a mejorar en estos últimos dos meses, y los indicadores políticos siguen siendo bastante positivos, mostrando una cierta recuperación en la Satisfacción con el Gobierno. Todo ello probablemente contribuye a explicar el aumento de la diferencia en la intención de voto estimada entre PSOE y PP, que este mes es de 4 puntos porcentuales, dos más que el mes pasado, acentuando la tendencia ya observada entonces. En definitiva, después de dos años de gobierno socialista, el equilibrio de fuerzas es el mismo que en las pasadas elecciones de marzo del 2004. La Corona recibe nuevamente este mes la valoración más alta (6,2 puntos en una escala de 0 a 10), seguida de las Fuerzas Armadas (5,7 puntos), el Tribunal Constitucional (5,5), el Tribunal Supremo (5,4), el Gobierno de la Nación y la Administración Autonómica (5,2 puntos en ambos casos), los Tribunales de Justicia, la Administración Pública del Estado y la Administración Local (5,1 en los tres casos), la Iglesia Católica (5,0), y los Bancos (4,8 puntos en una escala de 0 a 10 puntos). Y entre los personajes públicos por los que se ha preguntado, la Princesa Letizia recibe este mes la valoración más alta (6,2 puntos en una escala de 0 a 10), seguida de Adolfo Suárez (5,8 puntos), y Felipe González (5,3), que vuelve a superar por quinto mes consecutivo a Rodríguez Zapatero (5,1). Los demás personajes públicos por los que se ha preguntado este mes reciben valoraciones inferiores a los 5 puntos, Leopoldo Calvo Sotelo (4,5), Mariano Rajoy, Gaspar Llamazares, José Mª Aznar, Vladimir Putin, Hugo Chavez, Artur Mas, Fidel Castro, Carod Rovira, Arnaldo Otegui y Josu Ternera (1,3 puntos en una escala de 0 a 10 puntos).
Estatuto Catalán
Las opiniones que se comentan a continuación fueron emitidas por los españoles después de conocer que el proyecto de estatuto ya había sido aprobado, por escasa mayoría, en el Congreso de los Diputados. En primer lugar, solo algo más de un tercio de los españoles opina que el debate ha rebajado las pretensiones del proyecto inicial, pero una cuarta parte no lo creen así. No obstante, cuando se preguntó si teniendo en cuenta los cambios realizados el entrevistado estaría dispuesto a aprobar o a no aprobar el proyecto de estatuto, solo un tercio de los entrevistados (33%) afirma que probablemente o con toda seguridad lo aprobaría, mientras que una proporción exactamente igual afirma que probablemente o con toda seguridad no lo aprobaría, y el tercio restante no opina sobre la cuestión. Por supuesto, los españoles opinan que los que más se beneficiarán de la aprobación del presente proyecto de estatuto son el PSC (20%), el PSOE (19%), y ERC y CiU (citados ambos por un 18% de entrevistados). En cuanto a la mayor o menor identificación de los entrevistados con las posiciones mantenidas por los diferentes partidos en el debate sobre el proyecto de estatuto, y mediante una escala en la que el entrevistado tenía que decir si se encontraba muy cerca, más cerca que lejos, más lejos que cerca o muy lejos de la posición de cada partido, el PSOE es el único partido respecto al cual los entrevistados se sienten más cerca que lejos (y solo por una mínima diferencia, 34% se sienten más cerca y 29% se sienten más lejos), pero las opiniones están claramente divididas. De manera similar, los entrevistados se sienten algo más lejos del PSC y del PP, más lejos de IU, más lejos aún de IC-LV y CiU, y mucho más lejos todavía de ERC. Aún así, son más los que creen que el Gobierno del PSOE debería ser premiado por el electorado en las próximas elecciones (32%) por su implicación en sacar adelante el estatuto que los que piensan que debería ser castigado en las urnas (22%), y también son más los que creen que efectivamente será premiado (29%) que castigado (15%).
El Alto el Fuego de la ETA
Casi la mitad de los españoles afirman haber sentido alegría al conocer el anuncio de “alto el fuego permanente”. Pero son muchos más los que afirman que su alegría era moderada (31%) que los que dicen que fue una gran alegría (18%), de manera que incluso son más los que afirman haber sentido desconfianza (27%), mientras que un 14% sintió incredulidad y otro 7% sorpresa. Pero es evidente que los españoles no quieren pagar ningún precio, ni político ni de otro tipo porque la ETA anuncie que va a dejar de matar. Utilizando una escala de 0 a 10 puntos para evaluar las posibles contrapartidas que se podrían dar a ETA para que respete el alto el fuego y abandone la violencia, en la que el 0 significa que no se debería conceder esa contrapartida “nunca”, y el 10 significa que se debería conceder esa contrapartida “cuanto antes”, hay una mayoría absoluta de españoles que no quiere dar ninguna contrapartida nunca o casi nunca. Así, alrededor de dos tercios de los entrevistados afirman que no se debería conceder “nunca” “la puesta en libertad de presos con delitos de sangre” ni “la independencia total del País Vasco”. La mitad de los entrevistados afirma igualmente que nunca “se debería ayudar a los ‘etarras’ a encontrar trabajo o poner un negocio”, ni “legalizar a Batasuna”. Solo algo menos del 50% afirma que nunca se debería “reconocer el derecho de autodeterminación del País Vasco” ni “permitir que el País Vasco se anexione Navarra”. Las únicas medidas que reciben un rechazo algo menor, aunque por supuesto predomina muy mayoritariamente el rechazo sobre su aceptación, son las de “acercar los presos de la ETA al País Vasco” y “favorecer la puesta en libertad de presos sin delitos de sangre”, si bien más de un tercio de los entrevistados afirman que no se deberían conceder esas dos condiciones “nunca”. Con el fin de mostrar en mayor detalle hasta qué punto se rechazan todas las contrapartidas, basta señalar que el promedio en la escala de 0 a 10 puntos no sobrepasa en ningún caso el promedio de 3,3 puntos, y solo el acercamiento de los presos supera los 3 puntos, precisamente el promedio citado. Todos los demás promedios están por debajo de los 3 puntos, e incluso cinco de las ocho medidas no superan los 2 puntos. Un tercio de los españoles cree que el PSOE sería el partido que más se beneficiaría de un eventual abandono definitivo de las armas por la ETA, y solo un 14% opinan que el principal beneficiario sería Batasuna, pero un 38% no opina sobre la cuestión. Un 46% de los entrevistados cree que el electorado debería premiar mucho o algo al Gobierno del PSOE en las próximas elecciones por su implicación en su plan para acabar con la violencia en el País Vasco, y un 44% cree que electorado realmente le premiará. Y solo un 12% y un 7% respectivamente creen que el electorado debería castigar al Gobierno del PSOE en las próximas elecciones o que le castigará realmente. Algo más de la mitad de los entrevistados afirma que “hay que aprovechar la debilidad de ETA para lograr poner fin a su violencia terrorista aunque para ello haya que hacer algunas concesiones”, frente a un 30% que opina que “con ETA no se puede negociar en absoluto y menos aún hacer ningún tipo de concesiones”. (La aparente contradicción entre la respuesta a esta pregunta y las anteriormente comentadas a contrapartidas o concesiones especificas es algo normal, pues la gente suele dar respuestas más precisas a las preguntas concretas que a las generales). Tampoco hay un acuerdo generalizado respecto a qué pensar respecto al “alto el fuego”, pues mientras un 31% de los entrevistados opinan que “el alto el fuego de ETA va a ser definitivo”, un 21% piensa que “durará solo para lograr la libertad de presos y para que Batasuna sea legalizada y pueda presentarse a las elecciones autonómicas”, y otro 23% cree “solo servirá para que ETA se reorganice y vuelva a matar cuando le convenga”.el terrorismo de ETA”, frente a solo un 17% que la consideran cierta.